Los denominados Certificados de Depósitos para Acciones de Triodos Bank (CDA Triodos Bank) son un producto financiero complejo, cuyo valor de cotización no depende de un mercado bursátil abierto, como ocurre en la bolsa, sino que viene fijado internamente desde el propio banco en función de los resultados contables y la evolución de esta entidad. La suspensión de su cotización ha provocado importantes pérdidas a multitud de ahorradores al congelarles su inversión y suspenderles su derecho de dividendo.
Bajo el paraguas de una propaganda social, ética y sostenible, Triodos Bank, entidad caracterizada por financiar proyectos e inversiones de índole medioambiental, cultural y social, conforme hizo constar en su propio folleto informativo cuando indicó que la emisión de este producto tenía como finalidad: “apoyar el crecimiento del Banco en actividades financieras sostenibles y en beneficios, aportando capital suficiente para cumplir el coeficiente de solvencia (ratio BIS)”, comercializó este producto entre más de 46.500 clientes de toda Europa (7.000 de ellos en España) como un producto de ahorro, carente de riesgos y totalmente seguro, lo que sirvió para que miles de ahorradores suscribieran este producto sin ser conocedores de sus verdaderas características, naturaleza y riesgos, pues si bien se vendieron estos CDA como un producto conservador y garantizado, la realidad ha demostrado lo contrario.
Nos encontramos ante un producto que no está garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos –y, por consiguiente, sin garantía de recuperar el principal invertido–; que no tiene un plazo de vencimiento cierto –de ahí su carácter perpetuo y, por ende, su asimilación con un producto tan icónico en nuestro país como son las participaciones preferentes–; y cuyo dividendo no está asegurado por la entidad emisora; estando incluso el propio banco facultado para hacer descender brusca y unilateralmente su cotización si se producen circunstancias adversas para la economía y para el devenir de este banco.
El 5 de enero de 2021, a través de un nuevo comunicado, Triodos informó a sus clientes que suspendía la actividad del mercado después de haber detectado «un patrón de compraventa en el que el número de órdenes de venta sobrepasa el número de órdenes de compra» obligando a la entidad a «asumir que no es probable que los patrones de comercialización previos se recuperen en un futuro inmediato».
Adicionalmente, Triodos Bank redujo de forma completamente unilateral el valor de los CDA en un 30%, de los 74€ de salida a 59 euros.; lo que supone que, además, de impedir a sus titulares que pudieran disponer libremente de este producto, en el caso de que volvieran a cotizar cada titular perdería al menos un 30% de su inversión en caso de venta.
A la vista de lo expuesto, el riesgo de la pérdida de la inversión ante la quiebra de la entidad emisora, o el riesgo de que los títulos emitidos queden suspendidos y no se puedan enajenar en casos en que se produzca una avalancha significativa de ventas, como finalmente ha sucedido, eran datos muy relevantes que cualquier cliente minorista debía conocer antes de su adquisición a fin de comprender el auténtico funcionamiento de este producto complejo.
El desconocimiento de estos aspectos esenciales de este producto choca frontalmente con la normativa de protección a los inversores minoristas y consumidores de productos bancarios, y en especial, la vigente Ley del Mercado de Valores; hasta el punto de que aquellos clientes minoristas que hayan suscrito estos CDA sin haber conocido el verdadero alcance y complejidad de este producto como consecuencia de la falta de cumplimiento de los deberes de información que debía salvaguardar Triodos Bank como entidad prestadora de servicios de inversión, podrán solicitar la reintegración de las pérdidas que haya sufrido por su adquisición.
En Unive Abogados le ofrecemos la opción de reclamar judicialmente por los daños sufridos por la comercialización de dicho producto, rellenando el formulario que figura a continuación: